El manejo de la estenosis aórtica (EA) severa concomitante con enfermedad coronaria (EC) plantea uno de los mayores desafíos para el Heart Team, dado que más de la mitad de los pacientes que requieren implante percutáneo de válvula aórtica (TAVI) presentan ambas patologías. Aunque la coexistencia de EC y EA se asocia con peores desenlaces clínicos, aún persiste la controversia sobre qué pacientes deben ser revascularizados y en qué momento debe realizarse la intervención. Estudios recientes como ACTIVATION y NOTION-3 han aportado información relevante, aunque limitada principalmente a pacientes con enfermedad de un solo vaso, dejando interrogantes respecto al manejo de aquellos con enfermedad coronaria compleja o que requieren intervenciones percutáneas de alto riesgo. El objetivo del presente estudio, dirigido por Claudio Montalto y colaboradores, fue evaluar diferentes estrategias de sincronización de la ICP en una cohorte de TAVI de alto riesgo.
Se trata de un estudio retrospectivo observacional, multicéntrico e internacional de Estenosis Aórtica con ICP Compleja (ASCoP) que incluyó 519 pacientes con indicación clínica tanto para TAVI como para ICP, que presentaban al menos un criterio de ICP compleja o de alto riesgo.
La ICP compleja, de alto riesgo se definió como la presencia de tronco coronario izquierdo no protegido o equivalente, arteria coronaria única remanente, bifurcación proximal, necesidad de aterectomía de calcio, lesiones con longitud ≥30 mm, disfunción sistólica ventricular izquierda severa o requerimiento de soporte hemodinámico mecánico.
El objetivo primario fue un compuesto de muerte por cualquier causa y rehospitalización no planificada por causas cardiovasculares. El objetivo secundario fue un compuesto de muerte por cualquier causa, accidente cerebrovascular, infarto agudo de miocardio, sangrado mayor, complicación vascular mayor y revascularización no planificada.
Del total de pacientes, 156 (30.1%) se sometieron a ICP concomitante y 363 (69.9%) a ICP programada, realizándose en su gran mayoría antes del TAVI. Respecto a las características de las lesiones, un tercio de los pacientes fueron sometidos a ICP de tronco coronario izquierdo, y casi la mitad a ICP en bifurcación o de lesiones extensas.
La mayoría de los pacientes (99%) fueron dados de alta vivos, logrando éxito técnico en el 95%; sin embargo, las complicaciones hospitalarias fueron altas: 10% de complicaciones vasculares y 7% de lesión renal aguda, con tasas de sangrado tres veces mayores en el grupo de ICP concomitante comparado con el grupo de ICP programada. Tras un seguimiento de 441 días (rango intercuartílico 182-824), el objetivo primario ocurrió en 151 casos (36.5%), sin diferencias significativas entre los dos grupos (p=0.98), mientras que el objetivo secundario ocurrió con mayor frecuencia en el grupo concomitante (n=36 [25.8%] vs n=57 [17.4%]; p=0.014).
CONCLUSIONES:
En el presente análisis, no hubo diferencias significativas en el objetivo primario compuesto de muerte u hospitalización por IC entre los pacientes sometidos a ICP concomitante a TAVI y aquellos con ICP en etapas. No obstante, las tasas de MACE durante los primeros 30 días fueron considerablemente superiores en el grupo de ICP concomitante, impulsadas por las complicaciones vasculares y hemorrágicas.
Dra. Giuliana A. Supicciatti
Miembro del Comité Editor CACI
TÍTULO ORIGINAL: Outcomes of complex, high-risk percutaneous coronary intervention in patients with severe aortic stenosis: the ASCoP registry.
CITA: Montalto et al. EuroIntervention. 2025;21:e426-36.
REFERENCIA: DOI: 10.4244/EIJ-D-24-00933
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