Los pacientes con enfermedad arterial periférica (EAP) sintomática experimentan tasas significativas de reestenosis después de la angioplastia transluminal periférica (ATP). Datos prospectivos no aleatorios sugieren que el uso de técnicas de preparación de la placa mejoran los resultados. Hay escasez de datos del mundo real sobre los resultados intrahospitalarios (IH) y posteriores al alta en pacientes sometidos a ATP de las extremidades inferiores con aterectomía complementaria. El objetivo de este estudio, realizado por Mazen S. Albaghdadi y colaboradores, fue evaluar los resultados IH y al alta en pacientes sometidos a ATP de miembros inferiores, tratados con o sin aterectomía.

Se trata de un estudio retrospectivo en el que se incluyeron 30.847 pacientes sometidos a ATP de miembros inferiores desde el 1 de abril de 2014 al 30 de junio de 2019.

Criterio principal de valoración de seguridad IH: presencia de disección, perforación, trombosis, embolia, síndrome compartimental, amputación mayor, cirugía vascular de emergencia, ATP no planificada o hemorragia mayor.

Criterio principal de valoración de seguridad extrahospitalaria: amputación mayor al año.

La edad media de los pacientes fue de 69,8 ± 11,3 años y el 40,0% (n=12.345) eran mujeres. Del total de pacientes, 10.971 (35,6%) fueron sometidos a aterectomía. Este grupo de pacientes tenían una mayor carga de enfermedades y factores de riesgo cardiovasculares. Los tipos de aterectomía más utilizados fueron direccional y orbital. La isquemia crítica fue la indicación para ATP en el 52,6% (n=16.194) de todos los pacientes. El segmento arterial femoropoplíteo fue el segmento tratado con mayor frecuencia en general (81,3%).

En el grupo aterectomía, las lesiones fueron de mayor severidad angiográfica (93,8%±9,2% vs 91,9%±16,5%; p < 0,001) y de mayor longitud (126,9 mm±91,9 mm vs 117,1 mm±94,0 mm; p < 0,001). Además, la cantidad de volumen de contraste (128,5 ml ± 73,3 ml vs. 120,3 ml ± 75,3 ml; p < 0,001) y tiempo de fluoroscopia (22,7 min±15,0 min frente a 19,4 min±15,5 min; p < 0,001) fueron mayores en pacientes tratados con aterectomía.

PREDICTORES DEL USO DE ATERECTOMÍA: la ubicación anatómica y la extensión de la lesión diana se asociaron con el uso de aterectomía. La intervención femoropoplítea se asoció con una mayor probabilidad de uso de aterectomía (p < 0,0001). Además, las lesiones múltiples tenían más probabilidades de ser tratadas con aterectomía en comparación con las lesiones únicas (p < 0,0001).

RESULTADOS INTRAHOSPITALARIOS: la incidencia del resultado compuesto IH de disección, perforación, embolia, trombosis, síndrome compartimental, amputación mayor, cirugía vascular emergente o sangrado mayor fue del 5,1% (n=1.565) y no fue significativamente diferente entre pacientes tratados con aterectomía (4,8%, n=524) en comparación con los pacientes tratados con POBA±stent (5,3%, n=1.041;p=0,07).

RESULTADOS EXTRAHOSPITALARIOS AL AÑO: después del ajuste, el uso de aterectomía se asoció con un riesgo reducido de amputación al año en comparación a procedimientos de ATP sin aterectomía (HR ajustado 0,67, IC del 95 %:0,51-0,85; p=0,001). Además, se asoció con un riesgo reducido de revascularización quirúrgica (HR ajustado 0,63, IC 95%: 0,44-0,89;p < 0,01). No hubo diferencias en las tasas de mortalidad (HR ajustado 0,90, IC del 95 %:0,81-1,02; p = 0,10) pero sí un mayor riesgo de revascularización endovascular al año (HR ajustado 1,21, IC 95%: 1,06-1,39; p < 0,01).

Conclusiones:

El uso de la aterectomía en la angioplastia de miembros inferiores se asocia con una reducción del riesgo de amputación y revascularización quirúrgica a expensas de una mayor tasa de reintervención endovascular al año.

Dra. Giuliana A. Supicciatti
Miembro del Comité Editor CACI

Título original: Outcomes of atherectomy in patients undergoing lower extremity revascularisation
DOI: 10.4244/EIJ-D-23-00432