El reemplazo valvular aórtico percutáneo (TAVI) se ha consolidado como una de las principales estrategias terapéuticas para pacientes con estenosis valvular aórtica severa sintomática. En este contexto, resulta fundamental realizar una adecuada estratificación de riesgo e identificar factores asociados con la ocurrencia de eventos clínicos adversos durante el seguimiento.

Dado que durante el TAVI se implanta una prótesis valvular en posición aórtica y, de acuerdo con los criterios estandarizados VARC-3, la endocarditis infecciosa (EI) es uno de los escenarios clínicos relacionados con la posible degeneración valvular bioprotésica en el seguimiento, es relevante investigar su incidencia. Hasta la fecha, no se ha explorado la prevalencia de bacteriemia en el periprocedimiento de TAVI ni su asociación con complicaciones posteriores.

El objetivo del presente estudio, realizado por Katra Hadji-Turdeghal y colaboradores del Copenhagen University Hospital (Dinamarca), fue analizar la incidencia de bacteriemia y EI, así como su asociación con la mortalidad en pacientes sometidos a TAVI.

Se llevó a cabo un estudio observacional de cohorte retrospectivo, incluyendo pacientes con estenosis aórtica severa tratados con TAVI, seleccionados de registros nacionales de datos médicos (The Danish National Patient Registry” [DNPR]) durante el período 2012-2021. A su vez, se identificaron pacientes sometidos a una cinecoronariografía (CCG), quienes fueron emparejados con la cohorte de TAVI según edad, sexo y año de realización del procedimiento.

Un total de 5,990 pacientes fueron incluidos en el análisis. La edad promedio de la población muestral fue de 80 años, con un 57% de sexo masculino. Se observó una prevalencia de bacteriemia del 4.2% en los pacientes sometidos a TAVI dentro de los 6 meses posteriores al procedimiento. Esta prevalencia mostró una diferencia estadísticamente significativa en comparación con la bacteriemia observada en pacientes sometidos a CCG (HR ajustado: 1.57 [IC95%: 1.26-1.96]).

Entre los patógenos identificados en la bacteriemia post-TAVI, los estreptococos fueron los más prevalentes (20%), seguidos por los estafilococos coagulasa negativos (19%) y los enterococos (18%). Estos microorganismos diferían de los observados en la bacteriemia asociada a CCG, donde los estafilococos coagulasa negativos fueron los más frecuentes (22%), seguidos por el estafilococo aureus (16%).

En cuanto a la ocurrencia de EI, se observó una prevalencia del 1.1% en la cohorte de TAVI, en comparación con el 0.1% en el subgrupo de CCG, con una diferencia estadísticamente significativa entre ambos grupos (HR ajustado: 20.01 [IC95%: 5.97-67.48]). A su vez, la incidencia acumulada de mortalidad observada a 6 meses desde el procedimiento índice fue de 5.7% (IC95% 5.1-6.3) para el subgrupo TAVI, en relacion a 6.2% (IC95% 5.6-6.8; p=0.240).

 

Conclusiones

Se observó una mayor prevalencia de bacteriemia y endocarditis infecciosa en pacientes sometidos a TAVI, en comparación con aquellos sometidos a una cinecoronariografía. El perfil microbiológico sugiere que los esquemas de antibioticoterapia profiláctica convencional deberían ser ampliados.

 

Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI

 

Título original: Bacteraemia after transcatheter aortic valve implantation: a nationwide cohort study.

Cita: Hadji-Turdeghal K, et al. BMJ 2024. DOI: 10.1136/heartjnl-2024-324803.

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