El reemplazo valvular aórtico transcatéter (TAVI) es una terapia de primera línea para la estenosis aórtica severa, incluso en pacientes jóvenes y de bajo riesgo quirúrgico. Sin embargo, las alteraciones en la conducción, especialmente el bloqueo auriculoventricular de alto grado (BAV de alto grado), siguen siendo la complicación más frecuente tras el procedimiento. Identificar qué pacientes requerirán marcapasos (MP) permanente tras el TAVI es complejo, y un implante innecesario puede tener efectos negativos como disfunción ventricular y mayor riesgo de insuficiencia cardíaca (IC). Aunque varios estudios han analizado el impacto del MP después del TAVI, los resultados son contradictorios y faltan datos concluyentes de estudios a gran escala sobre su efecto a largo plazo. En el presente estudio, Patrick Badertscher y colaboradores, evalúan los resultados a largo plazo en pacientes sometidos a implante de MP después del TAVI.
Se trata de un estudio prospectivo, observacional y a nivel nacional en el que se incluyeron 13.360 pacientes sometidos a implante de MP permanente tras TAVI en 19 centros de Suiza entre febrero de 2011 y junio de 2022.
El objetivo principal del estudio fue medir el impacto del implante de MP definitivo sobre la mortalidad por cualquier causa al año. Los desenlaces secundarios incluyeron muerte cardiovascular, una disminución de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) ≥ 10%, el empeoramiento a clase III o IV de IC según la clasificación de la New York Heart Association (NYHA) al año y hasta cinco años de seguimiento.
La edad media fue de 82±7 años, con un 47% de mujeres y el 48% (6.386 pacientes) con válvulas autoexpandibles. El 10% (1.366) tenían un MP previo, mientras que 2.028 pacientes (15%) requirieron la implantación de un MP durante los primeros 30 días después del procedimiento. Los pacientes que requirieron MP después del TAVI, en comparación con los pacientes sin MP, eran mayores (82±6 vs. 81±7 años), predominantemente masculinos (58% vs. 50%), con mayores tasas de diabetes mellitus, hipertensión arterial y fibrilación auricular (34% vs. 29%).
A los 12 meses de seguimiento, los pacientes que requirieron MP permanente presentaron una mayor mortalidad general (aHR 1.15, IC 95% 1.05-1.26, p=0.002) y mortalidad cardiovascular (aHR 1.25, IC 95% 1.06-1.46, p=0.006). Estas tendencias persistieron a los 5 y 10 años de seguimiento. Tras ajustes multivariables, se observaron tasas significativamente más altas de mortalidad cardiovascular, descenso de la FEVI ≥ 10% y clase NYHA III-IV a los 12 meses de seguimiento (aHR 1.44, IC 95% 1.35-1.54, p<0.001), así como mayores tasas de mortalidad por cualquier causa y mortalidad cardiovascular a los 5 y 10 años en el grupo que requirió MP.
CONCLUSIONES:
Según los resultados de este análisis prospectivo a gran escala, el implante de marcapasos definitivo post TAVI se asocia con mayor mortalidad general y cardiovascular a largo plazo.
Dra. Giuliana A. Supicciatti
Miembro del Comité Editor CACI
TÍTULO ORIGINAL: Long-Term Outcomes of Patients Requiring Pacemaker Implantation after Transcatheter Aortic Valve Replacement: The SwissTAVI Registry.
CITA: Badertscher et al. JACC: Cardiovascular Interventions 2025.
REFERENCIA: https://doi.org/10.1016/j.jcin.2025.03.028.
Deja tu comentario
Debe iniciar sesión para escribir un comentario.