El reemplazo valvular aórtico percutáneo (TAVI) es una de las principales estrategias de abordaje terapéutico para pacientes portadores de una estenosis aórtica severa (EAo) sintomática de diferente riesgo quirúrgico y grupo etarios. Así, y contemplando que el TAVI se está realizando en pacientes más jóvenes y con una menor carga de comorbilidades cardiovasculares concomitantes, es de vital importante identificar estrategias con el fin de reducir el riesgo de complicaciones que puedan conllevar un efecto deletéreo en el seguimiento alejado.

Existen en el mercado diferentes sistemas de prótesis valvulares para su implante durante un TAVI. Mientras que un subgrupo de prótesis son liberadas gracias a la insuflación de un balón (balón expandibles [BEV]), otras se liberan en forma controlada sin balón (autoexpandibles [SEV]), las cuales se han asociado a una mayor ocurrencia de alteraciones de la conducción auriculoventricular y a un mayor requerimiento de implante de un marcapasos definitivo (MCP). En la actualidad, existe escasa evidencia en relación a las implicancias clínicas del implante de un MPC definitivo post TAVI, y a su incidencia en relación a las nuevas generaciones de prótesis valvulares SEV.

El objetivo del presente estudio realizado por Matteo Paganessi y colaborador de la Universidad de Brescia (Italia) fue analizar la incidencia, factores predictores de riesgo e implicancias clínicas del requerimiento de un implante de MCP definitivo post TAVI con el implante de prótesis valvulares SEV contemporáneas.

Se analizó con este propósito a las cohortes de pacientes de los estudios NEOPRO y NEOPRO-2, los cuales incluyeron pacientes con EAo severa sometidos a un TAVI con prótesis SEV. De esta forma, las prótesis valvulares implantadas a analizar fueron Acurate neo (n=1090), Acurate neo2 (n=665), Evolut PRO (n=1312) y Evolut PRO+ (n=144), respectivamente. Se analizó como objetivo primario la incidencia del requerimiento de un implante de un MCP definitivo post TAVI, sus factores predictores de riesgo e implicancias clínicas, con un seguimiento de un año.

Del total de la cohorte analizada, un 11.3% (n=362) requirió del implante de un MCP definitivo en el seguimiento, siendo un 8.8% Acurate, 7.7% Acurate neo2, 15.2% Evolut PRO y 10.4% Evolut PRO+, respectivamente. Así, se identificaron como factores de riesgo del implante de un MCP post TAVI a la puntuación del score STS-PROM, al bloqueo completo de rama derecha basal y a la profundidad del implante de las prótesis valvulares (tanto del subgrupo Acurate neo/Acurate neo2, como de Evolut PRO/Evolut PRO+). A su vez, previo al egreso sanatorial se observó una reducción de la fracción de eyección ventricular izquierda (FEVI) más frecuentemente en el subgrupo con requerimiento de implante de un MCP definitivo post procedimiento, en relación a aquellos sin MCP (p=0.014).

En términos de las implicaciones clínicas, el requerimiento de implante de un MCP definitivo post TAVI se asoció a un incremento estadísticamente significativo de la mortalidad a un año de seguimiento (16.9% vs. 10.8%. HR 1.66 [IC95% 1.13-2.43]; p=0.010), particularmente en el subgrupo de pacientes con FEVI basal < 40% (p de interacción=0.049).

Conclusiones:

En pacientes con estenosis aórtica severa sometidos a un TAVI por prótesis autoexpandibles se observó una incidencia no despreciable del requerimiento de implante de marcapasos definitivo post procedimiento, lo cual se asoció a una mayor mortalidad en el seguimiento.

Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI

Título original: Incidence, Predictors, and Prognostic Impact of New Permanent Pacemaker Implantation After TAVR With Self-Expanding Valves
J Am Coll Cardiol Intv. Jul 19, 2023. Epublished DOI: 10.1016/j.jcin.2023.05.020