En pacientes hospitalizados por insuficiencia cardíaca se observa una elevada prevalencia de insuficiencia valvular tricuspídea (IT). En este contexto, se ha demostrado que la presencia concomitante de una insuficiencia valvular mitral (IM) se asocia a una peor evolución clínica en el seguimiento. A su vez, la presencia de una IT significativa se asocia a un peor pronóstico clínico en pacientes sometidos a reparación percutánea de la válvula mitral mediante la técnica de ‘borde-a-borde’ (M-TEER).
A pesar de evidenciarse una interrelación entre las valvulopatías mencionadas, en la actualidad existe escasa evidencia en relación a la modificación dinámica de la IT luego de la M-TEER, particularmente en términos de la ocurrencia de eventos clínicos periprocedimiento como en el seguimiento alejado. Caracterizar esta relación permitiría realizar una estrategia de abordaje terapéutico bivalvular individualizada.
El objetivo del presente estudio realizado por Shingo Matsumoto y colaboradores de la Tokai University School of Medicine (Japón) fue analizar las implicancias clínicas de presentar una IT tanto previo como luego de una M-TEER.
Se realizó con este propósito un análisis de la cohorte del registro OCEAN-Mitral, un registro multicéntrico prospectivo iniciado por investigador que incluye pacientes portadores de una IM sometidos a una estrategia terapéutica de M-TEER. Se subestratificó al total de la cohorte en subgrupos, de acuerdo a la presencia o ausencia de IT concomitante previo como posterior al M-TEER, según: ‘no IT/no IT’ (no IT), ‘no IT/IT significativa’ (IT de novo), ‘IT significativa/no IT’ (IT normalizada), e ‘IT significativa/IT significativa’ (IT residual). Así, la IT con una regurgitación ≥ moderada fue definida como significativa. Se analizó como objetivo primario a la muerte por causa cardiovascular (CV) u hospitalización por insuficiencia cardíaca (IC).
Se incluyeron para el análisis un total de 3,666 pacientes. Así, 2,103 formaron parte del subgrupo ‘no IT’, 201 al subgrupo ‘IT de novo’, 504 al subgrupo ‘IT normalizada’ y 858 al subgrupo ‘IT residual’, respectivamente. Así, se observó que la determinación de IT basal como el gradiente de presión de la IT no presentó una asociación estadísticamente significativa con una mayor ocurrencia de eventos clínicos adversos post M-TEER.
Por contraparte, el subgrupo de pacientes con una IT de novo post M-TEER presentó el mayor riesgo de presentar el combinado clínico primario (HR ajustado 1.83 [IC95% 1.39-2.40]), seguido por el subgrupo de pacientes con IT residual (HR 1.45 [IC95% 1.23-1.72]) y el subgrupo con IT normalizada (HR 0.82 [IC95% 0.65-1.04]), en relación a los pacientes sin IT como subgrupo comparador control. De igual forma, el incremento de los gradientes transvalvulares tricuspídeos desde el basal al post M-TEER se vinculó a una peor evolución clínica en el seguimiento.
Dentro de los factores implicados en el desarrollo de las valvulopatías mencionadas, se observó que tanto el desarrollo de una IT de novo como la IT residual post M-TEER se asoció a un anillo valvular tricuspídeo con mayor grado de dilatación y a la presencia de fibrilación auricular concomitante.
Conclusiones
En pacientes portadores de una insuficiencia mitral sometidos a una reparación percutánea mediante técnica de borde-a-borde (M-TEER), la presencia de una insuficiencia tricuspídea concomitante post procedimiento (pero no basal) se asoció a una peor evolución clínica en el seguimiento.
Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI
Título original: Tricuspid regurgitation and outcomes in mitral valve transcatheter edge-to-edge repair.
Cita: Matsumoto S, et al. European Heart Journal, 2025;ehae924.
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