El cáncer y las enfermedades cardíacas comparten factores de riesgo comunes como la edad, el tabaquismo, la hipertensión, la diabetes y la obesidad. Además, los tratamientos contra el cáncer pueden por sí solos aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y eventos cardiovasculares. Los resultados después de un infarto agudo de miocardio (IAM) en pacientes con cáncer son significativamente peores que para los pacientes sin cáncer con mayores tasas de mortalidad y reingresos a largo plazo. Existe escasa evidencia de estudios observacionales que informan que los pacientes con diagnóstico previo de cáncer reciben un menor uso de medicamentos basados en la evidencia y una reducción en la revascularización mediante intervención coronaria percutánea (ICP) y uso de stents liberadores de fármacos (DES) en comparación con aquellos sin cáncer. El objetivo de este estudio, realizado por Lucy Teece y colaboradores, fue evaluar si existe una disparidad en la atención del IAM entre pacientes con y sin cáncer y determinar el impacto de cualquier diferencia en la supervivencia después de un IAM en esta población del mundo real.

Estudio retrospectivo multicéntrico, en el que se incluyeron 42.187 pacientes con IAM y diagnóstico previo de cáncer hospitalizados en Inglaterra entre el 1 de enero de 2010 y el 31 de marzo de 2018. Los pacientes sin diagnóstico de cáncer en los 15 años previos al ingreso por IAM fueron etiquetados como controles para los propósitos de este análisis.

Basado en el diagnóstico de cáncer, 11.498 (27%) fueron de próstata, 6.043 (14%) colorrectales, 5.236 (12%) de mama, 2.870 (7%) de pulmón y 16.540 (40%) fueron otros diagnósticos. La mayoría de los pacientes fueron diagnosticados en las etapas I y II con la excepción del cáncer de pulmón en donde las etapas III y IV eran más comunes. La media de tiempo desde el diagnóstico de cáncer hasta el ingreso por IAM varió según el sitio, desde solo 1 año para pacientes con cáncer de pulmón hasta 6 años para pacientes con cáncer de mama. En el momento del ingreso por IAM, los pacientes con cáncer eran en promedio 7 años mayores que los controles sin cáncer (edad media, 76,2 frente a 69,2 años respectivamente) y tuvieron más probabilidades de tener una presentación de IAMSEST.

En cuanto a la estrategia invasiva, el grupo con cáncer tenía menos probabilidades de recibir angiografía o revascularización en comparación con los controles sin cáncer, independientemente del fenotipo del IAM. En las presentaciones con IAMCEST, los pacientes con cáncer tenían menos probabilidades de recibir una angiografía (82% versus 90%), ICP (72% versus 81%), o un injerto de derivación de arteria coronaria (0,9% frente a 1,5%) en comparación con los controles sin cáncer. De manera similar en las presentaciones con IAMSEST, los casos de cáncer tenían menos probabilidades de recibir una angiografía (55% versus 68%), ICP (26% versus 34%) o bypass (3,0% versus 4,2%). El porcentaje de pacientes con IAMCEST que recibieron reperfusión dentro de las 12 horas posteriores a la presentación fue 2,7% puntos menor en pacientes con cáncer en comparación con los controles (IC 95%, 1,8–3,5). Mientras que el porcentaje de pacientes con IAMSEST que recibieron angiografía dentro de las 72 horas fue 5,2% puntos menor en el grupo con cáncer (IC del 95%, 3,6–6,7).

En cuanto a la terapia farmacológica, hubo menor uso de antitrombóticos administrados durante la hospitalización y medicamentos de prevención secundaria al alta en pacientes con cáncer. Después del análisis ajustado, persistió una disminución pequeña pero significativa para el uso de los antiplaquetarios, inhibidores de la ECA o bloqueadores de los receptores de angiotensina y el uso de estatinas al alta. Los pacientes con cáncer en etapa III o IV en el momento del diagnóstico de cáncer tenían menos probabilidades de recibir medicamentos al alta.

En cuanto a supervivencia al alta, los pacientes con cáncer tuvieron una supervivencia por todas las causas notablemente menor, incluso después del ajuste por factores de confusión. Sin embargo, la diferencia en las muertes no relacionadas con el cáncer fueron pequeñas. Hubo grandes diferencias en la mortalidad hospitalaria entre casos de cáncer y controles (7,9% versus 4,8%; diferencia no ajustada, 3,0% [IC 95%, 2,7–3,3]), algo atenuado tras el ajuste (diferencia, 1,4% [IC del 95%, 1,1–1,7]).

Conclusiones:

En este análisis retrospectivo sobre el manejo de pacientes con IAM y diagnóstico previo de cáncer en una población del mundo real se observó:
– Menor uso de angiografía y revascularización pero ningún efecto del antecedente de cáncer sobre el momento oportuno para la ICP.
– Menor uso de medicamentos antiplaquetarios y medicamentos secundarios de prevención basados en la evidencia.
– Pequeña reducción general en las medidas de calidad de la atención del IAM, impulsado principalmente por diferencias en los pacientes con diagnósticos de cáncer más recientes, aquellos en estadios más avanzados de la enfermedad o con cáncer de pulmón.

Dra. Giuliana A. Supicciatti
Miembro del Comité Editor CACI

Título original: Impact of a Prior Cancer Diagnosis on Quality of Care and Survival Following Acute Myocardial Infarction: Retrospective Population-Based Cohort Study in England
Circ Cardiovasc Qual Outcomes. 2023;16:e009236. DOI: 10.1161/CIRCOUTCOMES.122.009236