La doble antiagregación plaquetaria (DAPT) es el pilar de tratamiento antitrombótico para pacientes sometidos a una angioplastia transluminal coronaria (ATC), asociado a una reducción de eventos isquémicos adversos en el seguimiento. En este contexto, se ha demostrado que la DAPT podría acarrear un incremento de sangrados en el seguimiento, particularmente en el subgrupo de pacientes bajo tratamiento con antiagregantes potentes (ticagrelor, prasugrel).

Diversas estrategias de tratamiento antitrombótico han sido exploradas con el objetivo de reducir la ocurrencia de eventos hemorrágicos en el seguimiento, sin un incremento concomitante de eventos isquémicos. Así, el estudio TWILIGHT nos ha demostrado que, luego de un periodo de 3 meses de DAPT posterior a una ATC, continuar en tratamiento con simple antiagregación plaquetaria (SAPT) con ticagrelor es una estrategia segura y efectiva. A pesar de estos resultados, aún existen controversias en relación a la seguridad de esta estrategia antitrombótica de acuerdo al riesgo basal de los pacientes.

El objetivo del presente estudio realizado por Guiomar Mendieta y colaboradores del National Center of Cardiovascular Investigations Carlos III (España) fue analizar el impacto clínico del tratamiento con ticagrelor en monoterapia, en relación al esquema DAPT, en pacientes sometidos a una ATC de acuerdo a su riesgo isquémico y hemorrágico basal.

Se realizó con este propósito un análisis de la cohorte del estudio TWILIGHT con el objetivo de identificar, mediante un análisis multivariado por regresión de Cox, la potencial asociación entre el riesgo hemorrágico e isquémico basal de los pacientes y las características del procedimiento terapéutico, con la ocurrencia de eventos clínicos adversos en relación a los distintos esquemas antitrombóticos (DAPT vs. ticagrelor monoterapia). Se analizó como objetivo primario a la ocurrencia de sangrados según escala BARC 2, 3 y 5; y como objetivo secundario al combinado de eventos adversos cardíacos y cerebrovasculares mayores ([MACCE], muerte por causa cardiovascular [CV], infarto agudo de miocardio [IAM] no fatal, y accidente cerebrovascular [ACV] isquémico no fatal).

Del total de la población muestral analizada (n=7119), a un año de seguimiento desde el procedimiento índice se observó una ocurrencia de sangrados BARC 2,3 y 5 del 5.5% (n=391), y de MACCE en el 3.6% (n=258). En relación al objetivo primario, el tratamiento en monoterapia con ticagrelor demostró una reducción estadísticamente significativa de los eventos hemorrágicos, en relación a la estrategia DAPT, en todos los subgrupos de riesgo isquémico y hemorrágico (p de interacción riesgo isquémico=0.11; riesgo hemorrágico=0.54).

En términos del objetivo secundario, el beneficio clínico observado de la monoterapia con ticagrelor en relación a la reducción de sangrados no se asoció a un incremento de MACCE en el seguimiento en ninguno de los subgrupos de riesgo isquémico y hemorrágico.

Conclusiones:

En pacientes sometidos a una angioplastia coronaria, luego de un periodo inicial de 3 meses de DAPT, el tratamiento con ticagrelor en monoterapia se asoció a una reducción de eventos hemorrágicos, tanto en pacientes con un riesgo hemorrágico basal bajo o elevado, sin un incremento concomitante de eventos isquémicos en el seguimiento.

Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI

Título original: Bleeding and Ischemic Risks of Ticagrelor Monotherapy After Coronary Interventions
J Am Coll Cardiol. 2023 Aug, 82 (8) 687–700