Después de una intervención coronaria percutánea (ICP) exitosa en la enfermedad coronaria estable, una proporción significativa de pacientes presenta disfunción microvascular (CMD), lo que conduce a angina residual y peores resultados. La reserva de flujo coronario (CFR) y el índice de resistencia microcirculatoria (IMR) se consideran los estándares de referencia actuales para diagnosticar CMD en el laboratorio de cateterismo. La evaluación de CFR e IMR a veces es discordante, lo que dificulta su interpretación, particularmente debido al hecho de que CFR puede ser influenciado no solo por enfermedad microvascular sino también por enfermedad epicárdica, hemodinámica sistémica y autorregulación coronaria. Aunque IMR es específico para la microvasculatura, la capacidad vasodilatadora de la misma no es evaluada por IMR. Recientemente, se ha propuesto un nuevo índice fisiológico coronario, la reserva de resistencia microvascular (MRR, por sus siglas en inglés), como una métrica específica para cuantificar la función microvascular coronaria, independientemente de la enfermedad epicárdica. MRR puede identificar a pacientes con CMD que tienen un mayor riesgo de resultados adversos futuros. El objetivo de este estudio, realizado por Takeshi Nishi y colaboradores, fue determinar el valor pronóstico de MRR medido inmediatamente después de una ICP en pacientes con enfermedad coronaria estable.

Estudio prospectivo, internacional y multicéntrico, que incluyó 502 pacientes con enfermedad coronaria estable sometidos a ICP electiva exitosa en 8 hospitales de 4 países (Australia, Bélgica, Japón y Estados Unidos) entre 2009 y 2013.

A todos los pacientes se les midió la reserva fraccional de flujo (FFR), IMR y CFR inmediatamente después de la ICP. Se utilizaron valores de corte de IMR ≥25, FFR ≤0.80 y CFR <2.0. En el análisis actual, se calculó MRR de acuerdo con la siguiente fórmula: MRR=CFR/FFR×presión aórtica media en reposo/presión aórtica durante la hiperemia. Se definió un MRR anormal como ≤2.5, según lo propuesto en un estudio anterior.

El resultado primario fue la tasa de eventos cardíacos adversos mayores (MACE), que incluyó mortalidad por cualquier causa, cualquier IAM y revascularización de la arteria diana.

El promedio de edad fue de 67 años y el 84% de los pacientes eran hombres. El valor mediano de MRR fue de 4.01 (RIC, 2.61–6.12). Los pacientes con un MRR anormal eran mayores, tenían un índice de masa corporal más bajo y eran más propensos a tener diabetes que los pacientes con un MRR normal. En el grupo MRR anormal, el número de stents y la longitud de los mismos fue mayor.

Durante un seguimiento mediano de 3.4 años, la tasa acumulativa de MACE fue significativamente mayor en el grupo con MRR anormal (12.5 versus 8.3 por 100 pacientes-años; hazard ratio 1.53 [IC del 95%, 1.10–2.11]; P<0.001). Esta diferencia estuvo impulsada por una tasa de mortalidad por cualquier causa más alta. En el análisis multivariable, un valor de MRR más alto se asoció de manera independiente con un menor MACE y una menor mortalidad. Al comparar 4 subgrupos según MRR y el índice de resistencia microcirculatoria, los pacientes con MRR e IMR alto (≥25) tuvieron la tasa de MACE más alta.

Conclusiones:

Un MRR anormal medido inmediatamente después de una ICP electiva en pacientes con enfermedad coronaria estable es un predictor independiente de MACE, particularmente de mortalidad por cualquier causa.

Dra. Giuliana A. Supicciatti
Miembro del Comité Editor CACI

Título original: Prognostic Value of Microvascular Resistance Reserve Measured Immediately After PCI in Stable Coronary Artery Disease
Nishi et al. Circ Cardiovasc Intervention. 2024;17:e013728