Introducción: la enfermedad vascular periférica representa un problema serio de salud pública a nivel mundial. La revascularización percutánea ha permitido tratar a un número mayor de pacientes. Adicionalmente a la angioplastia con balón, el uso de stents autoexpandibles, balones liberadores de drogas y stents liberadores de drogas ha ido en aumento. Sin embargo, la evidencia de su efectividad a largo plazo ha presentado resultados contradictorios. El objetivo de este trabajo es determinar las tasas de permeabilidad con una estrategia que evita el stent con otra que prefiere el stent.

Materiales y métodos:

Estudio piloto randomizado, multicéntrico alemán que incluyó pacientes con enfermedad vascular periférica sintomática para claudicación intermitente o dolor de reposo (Rutherford 2-4) que requieran intervención endovascular. Las lesiones debían ser femoropoplíteas (≥70%), sin involucrar la porción infragenicular de la poplítea y con al menos 1 vaso infrapoplíteo permeable. Se excluyeron aquellos pacientes con severa calcificación o con lesiones trombóticas.

Se randomizó 1:1 a ambas estrategias (aquella que evita el stent, usando balones liberadores de drogas y aquella que prefiere stent, usando los stents Eluvia de Boston Scientific).

El punto final primario fue la permeabilidad primaria a 12 meses (ausencia de revascularización por motivos clínicos, o reestenosis severa por ecodoppler). El punto final primario de seguridad fue un combinado de ausencia de muerte debida al dispositivo o al procedimiento a 30 días.

Resultados: entre agosto de 2019 y agosto de 2022, se incluyeron 120 pacientes, 60 a cada rama. Los grupos estuvieron bien balanceados, salvo por la clasificación TASC (menos severo en el grupo sin stent), la edad promedio fue de 66 años, 20% fueron de sexo femenino, un tercio fueron diabéticos, la longitud promedio de la lesión fue de 187 mm y la mayoría tenía una calcificación moderada a severa y el 48% fueron lesiones oclusivas.

La mayoría de las lesiones involucraron el tercio medio y distal de la femoral superficial. Se preparó más la placa en el grupo que evitó stent (uso de aterectomía en el 20% de los casos, y scoring balloon en el 16%). En el grupo que evitó el stent, se terminó utilizando stent de rescate (BMS) en el 48% de los casos. El éxito del procedimiento (estenosis <50%, sin complicaciones inmediatas) se obtuvo en el 91% en el grupo sin stent y 98% en el grupo stent.

No hubo diferencias significativas en el punto final primario del estudio (78.2% en el grupo sin stent vs 78.6% en el grupo con stent preferencial, p = 1). No hubo diferencias en el punto final primario de seguridad. No hubo muertes por el dispositivo o procedimiento, así como amputaciones mayores al año.

Conclusiones:

Ambas estrategias (la que evita el uso sistemático del stent y el uso sistémico del stent) tuvieron una excelente permeabilidad primaria en pacientes con enfermedad femoropoplítea sintomática al año.

Dr. Juan Guido Chiabrando
Miembro del Comité Editor CACI

Título original: Randomized Trial Comparing a Stent-Avoiding With a Stent-Preferred Strategy in Complex Femoropopliteal Lesions
Wittig T, et al. JACC Cardiovasc Interv. 2024;17(9):1134-1144. doi:10.1016/j.jcin.2024.03.015