El pasado 16 de febrero falleció el Dr. Alan Cribier, pionero en el campo de la cardiología intervencionista mundial, quien realizó el primer implante valvular aórtico percutáneo (TAVI), un hecho que revolucionó la medicina cardiovascular.
El Dr. Cribier fue un cardiólogo intervencionista francés que dedicó su vida a la innovación en cardiología, permitiendo a millones de pacientes vivir una vida más larga.
Entre los aspectos más destacados de su carrera, Cribier realizó la primera valvuloplastia aórtica con balón en 1985, pero pronto se dio cuenta de que su éxito inicial no duraría debido a la reestenosis. En la década de 1990 comenzó a explorar la posibilidad de utilizar una válvula montada sobre un stent balón expandible para prevenir la reestenosis y reemplazar la válvula aórtica enferma. El 16 de abril de 2002, esta visión finalmente se hizo realidad cuando Cribier y sus colegas realizaron el primer TAVR.
Esta última tecnología innovadora, ahora ampliamente utilizada en todo el mundo, cambió la práctica médica, y miles de pacientes que antes se consideraban inoperables se han beneficiado del TAVR.
Ha recibido muchos de los premios más prestigiosos en cardiología, incluido el premio Medalla de Oro de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), la Mención Presidencial del Colegio Americano de Cardiología, el Premio EuroPCR Andreas Grüntzig Ethica, el Premio TCT Career Achievement Award, el Premio Ray del Texas Heart Institute C. Fish Award for Scientific Achievement, el premio Legend of Medicine de la reunión C3 y el premio TCTAP Master of the Masters, así como varios Lifetime Achievement Awards de Israel, Alemania, México e India, entre otros.
Desde el CACI despedimos a un gigante de la medicina cardiovascular quien será por la eternidad el rostro del TAVI, y rendimos homenaje a su gran obra cuyo legado sigue salvando vidas todos los días.