Son dispositivos con diversos diseños, formas y tamaños y que son utilizados para cerrar una comunicación patológica entre 2 vasos, cavidades u órganos, con el fin de obstruir el flujo y excluir de la circulación sanguínea dicha comunicación.

Por eso frecuentemente sirven para el tratamiento de defectos de cierre de las paredes internas del corazón (tabiques interauriculares o interventriculares), fístulas arteriovenosas en otros órganos, etc.

Pueden en algunas oportunidades poseer un recubrimiento que promueve el cierre facilitando la formación controlada de pequeños coágulos.

Estos dispositivos son introducidos por medio de un catéter, el cual debe ser ubicado en el sitio exacto a ocluir. Se depositan en el lugar indicado y no necesitan ser retirados.