En la actualidad, el reemplazo valvular aórtico percutáneo (TAVI) se ha convertido en una de las principales estrategias terapéuticas para pacientes con estenosis aórtica severa sintomática. En este contexto, durante los últimos años se han logrado importantes avances en las prótesis valvulares utilizadas, diseñadas para minimizar la ocurrencia de eventos clínicos adversos durante el seguimiento.
Entre los dispositivos de prótesis valvulares disponibles en el mercado, dos de los más utilizados son los sistemas autoexpandibles (Acurate neo2, Boston Scientific) y los sistemas de liberación balón-expandible (SAPIEN 3 Ultra, Edwards Lifesciences). Existe evidencia que compara ambos sistemas, observándose una menor incidencia de gradientes transvalvulares con Acurate neo2 y una menor frecuencia de fuga paravalvular con SAPIEN 3 Ultra. Sin embargo, la evolución clínica más allá de los 30 días posteriores al procedimiento índice permanece insuficientemente explorada.
El objetivo del presente estudio, realizado por Won-Keun Kim y colaboradores del Kerckhoff Heart Center (Alemania), fue analizar la evolución clínica con un seguimiento de un año tras un TAVI utilizando ambos dispositivos.
Para este propósito, se llevó a cabo un estudio multicéntrico observacional de cohorte retrospectivo que incluyó pacientes con estenosis aórtica severa sometidos a TAVI, excluyendo aquellos con válvula aórtica bicúspide, insuficiencia aórtica pura, cirugía fallida de reemplazo valvular bioprotésico, TAVI fallido o pérdida de seguimiento a un año del procedimiento índice. Se identificó el tipo de prótesis valvular utilizada (Acurate neo2 o SAPIEN 3 Ultra) y se analizó como objetivo primario el compuesto de mortalidad por todas las causas, accidente cerebrovascular (ACV) y rehospitalización a un año de seguimiento. Para minimizar el impacto de posibles variables confusoras, se realizó un pareamiento mediante score de propensión.
En total, se incluyeron 2106 pacientes (Acurate neo2 = 1166; SAPIEN 3 Ultra = 940). Tras el pareamiento por score de propensión (702 pares de pacientes), no se observaron diferencias significativas en las características basales entre ambos subgrupos. Sin embargo, el éxito del procedimiento fue mayor en el subgrupo Acurate neo2 (87.5% vs. 82.3%; p = 0.007), mientras que el gradiente medio transvalvular fue más alto en el subgrupo SAPIEN 3 Ultra (13 mmHg [RIQ 10–15 mmHg] vs. 8 mmHg [RIQ 6–11 mmHg]; p < 0.001).
La ocurrencia de fuga paravalvular, embolización del dispositivo protésico y necesidad de múltiples implantes valvulares fue más frecuente en el subgrupo Acurate neo2, mientras que las complicaciones estructurales cardíacas mayores y las complicaciones vasculares mayores fueron más comunes en el subgrupo SAPIEN 3 Ultra. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en los demás eventos clínicos adversos intrahospitalarios analizados entre ambos subgrupos.
Con un seguimiento a un año tras el TAVI, la incidencia acumulada del objetivo primario no mostró diferencias estadísticamente significativas entre ambos dispositivos (Acurate neo2 14.1% vs. SAPIEN 3 Ultra 14.5%; p = 0.819). Tampoco se evidenciaron diferencias significativas en los objetivos clínicos individuales.
Conclusiones
A pesar de las diferencias observadas en los eventos clínicos adversos a corto plazo tras el TAVI, no se identificaron diferencias estadísticamente significativas en los eventos adversos a un año de seguimiento entre los dispositivos Acurate neo2 y SAPIEN 3 Ultra.
Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI
Título original: 1-Year Outcomes of Transcatheter Aortic Valve Replacement Using a Self-Expanding vs Balloon-Expandable Transcatheter Aortic Valve.
Cita: Won-Keun K, et al. J Am Coll Cardiol Intv. 2025, 18 (1) 32–40.
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