En las últimas dos décadas, las terapias basadas en dispositivos han sido investigadas como opciones de tratamiento adicionales para la hipertensión arterial (HTA) refractaria. De estas, la denervación renal (RDN) tiene el mayor conjunto de pruebas en cuanto a seguridad y eficacia. Recientemente, fue publicada esta declaración de consenso clínico del Consejo de HTA de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) y la Asociación Europea de Intervenciones Cardiovasculares Percutáneas (EAPCI) que define algunos puntos importantes a cerca de la RDN en el manejo de la HTA.

Seguridad: Las tasas de complicaciones esperadas son las relacionadas al acceso arterial transfemoral (< 1%) y la exposición de los pacientes a la radiación. En cuanto a las complicaciones a largo plazo, según un metanálisis en el que se incluyeron 5.769 pacientes, la tasa de incidencia anual agrupada de estenosis de la arteria renal fue del 0,2% (similar a la incidencia natural informada en pacientes hipertensos). En cuanto al empeoramiento de la función renal, en el registro Global Simplicity, la disminución de eGFR durante tres años estuvo dentro de la disminución esperada dependiente del tiempo en pacientes con HTA severa.

Durabilidad: Los datos de seguimiento a largo plazo de registros y ensayos controlados simulados (registros Global SYMPLICITY, SPYRAL HTN-ON, ensayos MED y RADIANCE-HTN) indican un efecto reductor sostenido de la PA durante un máximo de tres años.

Selección de pacientes: Este grupo de expertos sugiere considerar RDN en pacientes con hipertensión no controlada a pesar del tratamiento con ≥3 drogas antihipertensivas en dosis apropiadas, incluyendo un diurético + una TFGe ≥40 ml/min/m2. Los pacientes intolerantes a múltiples antihipertensivos, en particular a los agentes de primera línea y espironolactona, también pueden ser candidatos para RDN.

Métodos de imagen pre-procedimiento: La angiotomografía computarizada o angioresonancia magnética son los métodos de imagen preferidos que pueden detectar anomalías de las arterias suprarrenales y renales. Sin embargo, la angiografía renal selectiva inmediatamente antes de la RDN sigue siendo el estándar de oro ya que la angio-TC o la angio-RMN pueden pasar por alto algunas anomalías de la AR, como la displasia fibromuscular.

Consideraciones del procedimiento: Con los dispositivos RDN de generación actual (catéter de radiofrecuencia Symplicity Spyral de Medtronic y catéter de ultrasonido Paradise de ReCor) se utiliza el acceso femoral, idealmente bajo punción guiada por ecografía. Con ambos sistemas se recomienda tratar todos los vasos accesibles de 3-8 mm de diámetro. Se recomiendan los dispositivos de cierre para acortar las estancias hospitalarias, especialmente en pacientes con HTA no controlada que presentan sobrepeso u obesidad.

Seguimiento: A diferencia de los fármacos antihipertensivos cuya mayor disminución de la PA se observa después de 8 a 12 semanas, se documentaron reducciones sostenidas y significativas de la PA hasta 36 meses después de la RDN, independientemente de la carga de medicación antihipertensiva concomitante.

Conclusiones:

Desde la publicación de las Directrices ESC/ESH 2018 para el manejo de la hipertensión arterial, varios ensayos controlados simulados de alta calidad metodológica han demostrado la seguridad y eficacia reductora de la PA de la denervación renal por catéter de radiofrecuencia y ultrasonido. Por lo tanto, RDN representa otra opción de tratamiento en pacientes adultos con hipertensión resistente no controlada. También puede usarse en pacientes seleccionados considerados intolerantes a los antihipertensivos tras la revisión de un experto.

Dra. Giuliana A. Supicciatti
Miembro del Comité Editor CACI

Título original: Renal denervation in the management of hypertension in adults. A clinical consensus statement of the ESC Council on Hypertension and the European Association of Percutaneous Cardiovascular Interventions (EAPCI)
EuroIntervention 2023;18. DOI: 10.4244/EIJ-D-22-00723