El implante percutáneo de válvula aórtica (TAVI) es actualmente el tratamiento de elección para pacientes con síntomas graves de estenosis aórtica (EA) de moderado y alto riesgo quirúrgico y se utiliza cada vez más en pacientes con menor riesgo. Entre las complicaciones más comunes post TAVI se encuentra el leak o fuga paravalvular (PVL), con una prevalencia que va del 7% al 40%. El PVL más que leve post-TAVI impacta negativamente en los resultados a largo plazo, incluso en pacientes asintomáticos. De hecho, aquellos PVL moderados a graves se relacionan con el doble de aumento en mortalidad general por todas las causas. Si bien las mejoras en los diseños de los dispositivos TAVI han disminuido las tasas de PVL, estos todavía ocurren y el cierre percutáneo de los mismos con dispositivos tipo plugs son una opción válida. Sin embargo, los datos sobre la seguridad y la eficacia a largo plazo del cierre percutáneo de PVL post-TAVI son escasos y se limitan a reportes de casos. Este estudio, realizado por Eduardo Flores Umanzor y colaboradores, pretende presentar una gran experiencia internacional y multicéntrica de cierre percutáneo de PVL post-TAVI, incluyendo factibilidad, seguridad y resultados a largo plazo.

Estudio multicéntrico retrospectivo que incluyó 45 pacientes con PVL post TAVI sometidos a cierre percutáneo en 14 centros de Europa y América del Norte entre febrero de 2018 y octubre de 2022.

Punto final primario: éxito del procedimiento definido como el cierre exitoso de PVL con una reducción de al menos un grado de regurgitación paravalvular.

La mediana de edad de los pacientes fue 80 años, de los cuales 64% eran hombres. La mayoría de los pacientes (91%) presentaron síntomas de IC, mientras que 2% presentaron hemólisis aislada, y el 7% tenía tanto IC como hemólisis. Antes del cierre de la fuga, el 73% de los pacientes estaban en NYHA Clase III y IV. Las hospitalizaciones por IC entre el procedimiento índice TAVI y el cierre de PVL se produjeron en el 40% de los pacientes. Se utilizaron válvulas autoexpandibles en el 67% de los casos y balón-expandibles en el 33% restante. El PVL fue grave en el 67% de casos y moderada en el resto de los casos.

El cierre exitoso de PVL se logró en la mayoría de los pacientes (94%), reduciendo la regurgitación a ≤ leve en el 91% de los casos, mientras que PVL moderada persistió en los casos restantes. La mayoría de los pacientes (61%) presentó un solo PVL, mientras que el 35% presentó dos fugas, y solo una pequeña proporción (4%) tenía tres. La mayoría de PVL se encontraba a la izquierda (49%) o sobre las cúspides no coronarianas (31%) y se trató más de una fuga en el 13% de los casos. El dispositivo más utilizado fue el Amplatzer Vascular Plug III (AVP-3; Abbott), en diferentes tamaños (27 casos), el Amplatzer Vascular Plug 4 (AVP-4; Abbott) en 15 casos y se utilizaron dispositivos PLD Occlutech (Occlutech) en el caso restante.

La tasa de eventos adversos mayores fue del 11%. Sin embargo, no se reportaron muertes durante la hospitalización índice. Un paciente experimentó taponamiento cardíaco, que fue tratado con eficacia a través de drenaje percutáneo. Otro paciente experimentó embolización del dispositivo, que también se manejó por vía percutánea. Además, hubo un caso de ACV menor y dos complicaciones vasculares mayores. Tras el cierre de PVL, la mediana de estancia hospitalaria fue de 2 días. Al finalizar el seguimiento, la mortalidad fue de 14%. Entre estas muertes, solo 2 de ellas fueron atribuidas a causas cardiovasculares. Durante el seguimiento prolongado se observó que la mayoría de los pacientes con deterioro de la clase funcional presentó una mejora significativa y sostenida después del cierre de PVL (NYHA I o II en el 95% p < 0,001). El grado de regurgitación aórtica (AR) cambió de grave (en el 72%) a ≤ leve (en el 76%) entre la ecocardiografía basal y la de alta (p < 0,001). Durante el período de seguimiento, hubo una disminución significativa en la tasa de hospitalizaciones por IC del 40% antes del cierre de PVL al 6% después del procedimiento.

Conclusiones:

El cierre percutáneo de leaks paravalvulares post-TAVI es una opción factible y segura. Se debe realizar una adecuada selección de los pacientes ya que la reducción exitosa de PVL a leve o menos podría estar asociada con mejoras de los resultados clínicos a corto y largo plazo.

Dra. Giuliana A. Supicciatti
Miembro del Comité Editor CACI

Título original: Percutaneous paravalvular leak closure after transcatheter aortic valve implantation: the international PLUGinTAVI Registry
DOI: 10.4244/EIJ-D-22-01110