Diversos estudios han postulado que, en pacientes con síndrome coronario agudo con elevación del segmento ST (SCACEST), la administración temprana de un tratamiento antitrombótico mediante un inhibidor del receptor P2Y12 (iP2Y12), previo a conocer la anatomía coronaria, podría aportar beneficios en términos de flujo coronario anterógrado. En este contexto, mientras las guías de manejo clínico europeas recomiendan esta estrategia, denominada “pretratamiento”, con un elevado grado de recomendación, las guías estadounidenses presentan cierto grado de discrepancia.

Al momento de administrar un tratamiento antitrombótico precoz con doble antiagregación plaquetaria, es necesario individualizar cada caso clínico para reducir la ocurrencia de eventos isquémicos adversos, sin incrementar los eventos hemorrágicos. Existe evidencia que ha comparado la administración del pretratamiento frente a su omisión, concluyendo que esta estrategia no se traduce en un beneficio sustancial. Por lo tanto, la mejor estrategia de abordaje terapéutico farmacológico aún es motivo de debate.

El objetivo del presente estudio, realizado por Francesco Gallo y colaboradores del Ospedale dell’Angelo (Italia), fue describir el impacto clínico del tratamiento con antiagregantes plaquetarios en pacientes pertenecientes al ‘mundo real’ cursando un SCACEST.

Se llevó a cabo un estudio multicéntrico observacional prospectivo que incluyó, para su análisis pacientes con SCACEST sometidos a revascularización mediante angioplastia transluminal coronaria (ATC). Se identificó al subgrupo que recibió pretratamiento y se contrastó con aquellos pacientes cuya administración del iP2Y12 fue posterior a la cinecoronariografía. El objetivo primario fue evaluar la permeabilidad del vaso coronario relacionado con el evento índice, medida por un flujo TIMI > 0 al momento de la primera angiografía y TIMI = 3 post ATC, la trombosis del stent (TIS) aguda o subaguda (probable o definitiva), y el sangrado intrahospitalario mayor (BARC 3-5).

Se incluyeron en el análisis un total de 1004 pacientes, con una mediana de edad de 64 años y un 73.8% de sexo masculino. Del total de pacientes, solo un 30% formó parte del subgrupo de “pretratamiento”. En términos de la permeabilidad coronaria vinculada al tratamiento antitrombótico administrado, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en la reperfusión del vaso culpable (46.9% vs. 46.8%; p=0.81), evidencia de flujo TIMI 3 post ATC (85.6% vs. 84.9%; p=0.47) ni en la ocurrencia de TIS aguda/subaguda (2% vs. 0.7%; p=0.17) entre ambos subgrupos.

En cuanto al perfil de seguridad de la estrategia terapéutica, el subgrupo sometido a pretratamiento presentó una mayor incidencia de sangrados mayores intrahospitalarios según BARC 3-5, con una diferencia estadísticamente significativa entre ambos grupos (7.3% vs. 3.3%; p=0.005). Además, mediante un análisis multivariado, la administración de pretratamiento con un iP2Y12 previo a conocer la anatomía coronaria se identificó como un predictor independiente de riesgo de eventos hemorrágicos (OR ajustado 3.45 [IC95% 1.78-6.69]; p<0.001).

 

Conclusiones
En pacientes con síndrome coronario agudo con elevación del segmento ST pertenecientes al ‘mundo real’, el pretratamiento con inhibidores del P2Y12 previo a conocer la anatomía coronaria no presenta beneficios en términos de reperfusión coronaria y aumenta el riesgo de eventos hemorrágicos.

 

Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI

 

Título original: Clinical Impact of P2Y12 Pretreatment in ST-segment Elevation Myocardial Infarction: Insights From the SEMPRE (St-Elevation Mestre Pretreatment REgistry) Study.

Cita: Gallo F, et al. Am J Cardiol 2025:S0002-9149(25)00072-4.

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