En la actualidad, el shock cardiogénico (SC) continúa siendo un escenario clínico desafiante y con elevada mortalidad, la cual se aproxima al 50%. Si bien existe evidencia respecto de la evolución clínica del SC en el contexto de un síndrome coronario agudo (SCA), la evidencia basada en estudios aleatorizados sobre la utilidad de los dispositivos de asistencia ventricular mecánica en el SC no vinculado al SCA es limitada.

Los pacientes que presentan SC asociado a insuficiencia cardíaca (IC) descompensada exhiben un fenotipo fisiopatológico distinto al vinculado al SCA, por lo que la respuesta y las implicancias clínicas de estos dispositivos podrían diferir significativamente. En este contexto, existen datos que respaldan el rol potencial del balón de contrapulsación intraaórtico (IABP) como terapia de ‘puente’ hacia el implante de dispositivos más duraderos o el trasplante cardíaco en este subgrupo de pacientes.

El objetivo del presente estudio realizado por Nuccia Morici y colaboradores del IRCCS Fondazione Don Gnocchi (Italia) fue analizar el beneficio del implante temprano de un IABP en comparación con el tratamiento estándar, en pacientes con SC vinculado a insuficiencia cardíaca, en términos de sobrevida a largo plazo y puente exitoso a dispositivos más duraderos o trasplante cardíaco.

Con este propósito, se llevó a cabo el estudio Altshock-2, un estudio multicéntrico, aleatorizado y abierto, que incluyó para su análisis a pacientes con SC secundario a IC (estadios SCAI B, C o D), en quienes el implante de un dispositivo de asistencia ventricular era factible. La cohorte fue aleatorizada en una relación 1:1 al implante temprano de IABP o al tratamiento estándar como grupo comparador. El objetivo primario fue evaluar la sobrevida o el puente exitoso al implante de dispositivos más duraderos o el trasplante cardíaco en el seguimiento a 60 días.

Se incluyeron para el análisis un total de 101 pacientes. La mediana de edad de la población fue de 60 años, con un predominio del sexo masculino. La mayoría de los pacientes se encontraba en SC por insuficiencia cardíaca estadio SCAI C (57%), y más de la mitad presentaba una etiología no isquémica como causa subyacente. Mediante un análisis interino, el estudio fue suspendido por futilidad.

En relación con el objetivo primario, el grupo sometido a implante precoz de IABP presentó una tasa de éxito del 81%, frente al 75% del grupo control, sin observarse una diferencia estadísticamente significativa entre ambos grupos (HR 0,72 [IC95% 0,31–1,68]; p=0,45). A su vez, el 37% de los pacientes fue sometido al implante de un dispositivo de asistencia ventricular mecánica duradero dentro de los 60 días. Cabe destacar que un 13% de los pacientes aleatorizados al grupo de tratamiento estándar cruzaron al grupo IABP, sin observarse diferencias significativas en términos de complicaciones entre los grupos.

 

Conclusiones
En pacientes con shock cardiogénico secundario a insuficiencia cardíaca, el implante temprano de un balón de contrapulsación intraaórtico no demostró beneficios estadísticamente significativos en términos de mortalidad ni en cuanto al ‘puente’ hacia una estrategia terapéutica avanzada (trasplante cardíaco o implante de un dispositivo de asistencia ventricular duradero), en comparación con el tratamiento estándar.

 

Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI

 

Título original: Early Intra-Aortic Balloon Support for Heart Failure-Related Cardiogenic Shock: A Randomized Clinical Trial.

Cita: Morici N, et al. JACC. 2025;85(16):1587-1597.

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