En pacientes con enfermedad coronaria ateroesclerótica (ECA) de elevada complejidad anatómica sometidos a revascularización mediante una angioplastia coronaria (ATC), la optimización mediante métodos de imagen endovascular como el ultrasonido intracoronario (IVUS) o la tomografía de coherencia óptica (OCT), podrían asociarse a un beneficio en términos de reducción de eventos clínicos adversos.

El objetivo del presente estudio realizado por JM Lee y colaboradores del Samsung Medical Center (Corea del Sur) y presentado durante las sesiones científicas del Congreso ACC 2023 fue analizar el impacto de la optimización de la ATC mediante métodos de imagen endovascular (IVUS, OCT) en pacientes con ECA y anatomía compleja.

Se realizó con este propósito el estudio RENOVATE-COMPLEX-PCI, un estudio iniciado por investigador multicéntrico aleatorizado abierto, que incluyó pacientes con ECA y anatomía compleja sometidos a una ATC, aleatorizando al total de la cohorte en relación 2:1 a la optimización de la ATC bajo imagen endovascular o a la guía angiografía estándar, respectivamente.

La ECA de complejidad anatómica elevada fue definida como: bifurcación verdadera, oclusión total crónica, tronco de coronaria izquierda (TCI) no protegido, lesiones coronarias largas (≥38mm), compromiso de múltiples vasos o vasos con requerimientos de múltiples stents (>3), reestenosis intrastent y lesiones calcificadas o con compromiso osital.

Los criterios de optimización de stent fueron: lograr correcta expansión (diámetro residual de estenosis <10% del área de referencia o un área mínima del stent [MSA] > 80% del área luminal mínima de referencia, y valores absolutos para compromiso de TCI), ausencia de mala aposición (< 0.4mm y < 1mm de longitud), y ausencia de disección mayor de bordes (compromiso de la media, ángulo > 67° o 3 mm de longitud). Se analizó como objetivo primario a la ocurrencia de falla de vaso culpable (‘target vessel failure’ [TVF], compuesto de muerte por causa cardíaca, infarto de miocardio asociado al vaso culpable (IAM) o requerimiento de revascularización guiada por clínica.

Se incluyeron un total de 1.639 pacientes, con una edad promedio de 65.6±10.2 años, un 79.3 de sexo masculino y un 50.8% con síndrome coronario agudo. Con una mediana de seguimiento a 2.1 años, se observó una mayor ocurrencia de TVF en el subgrupo de pacientes sometidos a ATC bajo guía angiográfica, en relación a aquellos optimizados por imagen endovascular (12.3% vs. 7.7%. HR 0.64 [IC 95% 0.45-0.89]; p=0.008). A su vez, mediante un análisis exploratorio se observó una mayor incidencia de TVF en el subgrupo bajo guía angiografía y en aquel sin optimización del stent mediante métodos de imagen, en relación a aquellos en los que se realizó algún tipo de optimización. No se observaron diferencias en términos de parámetros de seguridad entre los subgrupos analizados.

En relación a otros estudios, el RENOVATE-COMPLE PCI incluyó exclusivamente pacientes sometidos a una ATC compleja, utilizando los criterios más contemporáneos de optimización de stents. Así, y a diferencia de estudios previos que solo demostraron un beneficio en términos de reducción del requerimiento de revascularización posterior, el presente estudio demostró una reducción del 37% del IAM asociado a vaso culpable y muerte por causa cardíaca, lo cual podría atribuirse a un mayor periodo de seguimiento y a una mayor población muestral.

Conclusiones:

En pacientes con enfermedad coronaria aterosclerótica sometidos a una angioplastia coronaria compleja, la optimización mediante métodos de imagen endovascular se asocia a una reducción de eventos clínicos adversos, en relación a la guía angiografía convencional.

Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI

Título original: Intravascular Imaging–Guided or Angiography-Guided Complex PCI
DOI: 10.1056/NEJMoa2216607