En los últimos años se ha observado una marcada evolución de las técnicas de valoración fisiológica en la enfermedad coronaria aterosclerótica. Así, la fisiología coronaria invasiva se postula como una herramienta útil para la optimización de la revascularización mediante angioplastia transluminal coronaria (ATC); sin embargo, estudios aleatorizados que analizaron el valor adicional en términos de optimización de la ATC de la fisiología mediante la determinación de la reserva fraccional de flujo (FFR) coronario presenta resultados divergentes.
La discrepancia observada en la evidencia puede deberse a la ausencia de una planificación óptima pre-procedimiento, como a limitaciones inherentes a la tecnología. En este contexto, se analizó la efectividad de un procedimiento planificado basado en el pull-back del FFR basado en angiografía, demostrando así su factibilidad y superioridad en relación a la ATC optimizada mediante angiografía convencional.
El objetivo del presente estudio realizado por Simone Biscaglia y colaboradores de la Universitaria di Ferrara (Italia) fue demostrar la superioridad de la ATC optimizada mediante fisiología coronaria, tanto por FFR basado en angiografía o microcatéter, en relación a la guía angiografía convencional de pacientes sometidos a un procedimiento complejo (CHIP).
Se realizó con este propósito el estudio AQVA-II, un estudio aleatorizado controlado multicéntrico abierto de grupos paralelos liderado por investigador, incluyendo para el análisis pacientes candidatos a un procedimiento CHIP (lesiones > 28mm, lesiones en tándem, calcificación coronaria severa, severa tortuosidad, compromiso de bifurcación verdadera, estenosis intrastent y compromiso del tronco de coronaria izquierda). Se aleatorizó al total de la cohorte en relación 2:1 a la optimización de la ATC mediante fisiología (FFR basado en angiografía o microcatéter) u angiografía, respectivamente. Se analizó como objetivo primario al valor del FFR post ATC, considerando como valor de corte a un post ATC FFR > 0.86.
Se incluyeron un total de 305 pacientes (331 vasos coronarios), de los cuales 204 fueron sometidos a optimización mediante fisiología. La edad promedio de la población muestral fue de 70 años, con un predominio de sexo masculino. Del total de la cohorte analizada, el 70% obtuvo el valor objetivo de FFR post ATC preespecificado (> 0.86). Así, en términos del objetivo primario el valor de FFR post ATC objetivo se obtuvo más frecuentemente en el subgrupo de ATC optimizado mediante fisiología, en relación al subgrupo bajo guía angiográfica (77% vs. 54%, diferencia absoluta 23%, diferencia relativa 30% [IC95% 17-29]; p < 0.0001).
La diferencia del FFR obtenida mediante la determinación del FFR basado en angiografía, en relación al FFR post ATC determinado mediante microcatéter fue de +0.0033 (IC95% -0.0065, +0.013), siendo el límite inferior superior al margen de no-inferioridad (-0.032; p < 0.01). Así, demostrando la no-inferioridad se sugiere un efecto similar entre ambos métodos de determinación.
Conclusiones:
En pacientes con enfermedad coronaria aterosclerosis sometidos a revascularización mediante un procedimiento de elevada complejidad (CHIP), la optimización mediante fisiología coronaria fue superior a la guía angiografía en términos de obtener un valor óptimo preespecificado de la reserva fraccional de flujo (FFR) post angioplastia.
Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI
Título original: Coronary Physiology Guidance vs Conventional Angiography for Optimization of Percutaneous Coronary Intervention: The AQVA-II Trial
Biscaglia S, et al. J Am Coll Cardiol Intv. 2024,17(2):277–287