La insuficiencia tricuspídea (IT) severa es una de las valvulopatías cardíacas con mayor prevalencia a nivel global y con una elevada carga de comorbilidades cardiovasculares concomitantes. Mientras que por décadas fue conocida como la “valvulopatía olvidada”, en los últimos años se han desarrollado novedosas técnicas de abordaje terapéutico para pacientes refractarios al tratamiento médico farmacológico y con elevado o prohibitivo riesgo quirúrgico.

El sistema de reemplazo valvular tricuspídeo heterotópico bicaval TricValve (CAVI, Products & Features) consiste en dos dispositivos autoexpandibles de nitinol con válvulas de pericardio bovino que son implantados a nivel de la desembocadura de las venas cavas superior (VCS) e inferior (VCI) con el fin de mermar la insuficiencia responsable de la congestión hídrica periférica. Así, existe evidencia que ha demostrado que el CAVI es un procedimiento seguro y efectivo a corto y mediano plazo, asociándose a una reducción de los síntomas y a un remodelado ventricular derecho; sin embargo, no existe evidencia que avale su utilización en el seguimiento alejado.

El objetivo del presente estudio realizado por Sara Blasco-Turrión y colaboradores del Hospital Clínico Universitario de Valladolid (España) fue analizar el impacto del sistema TricValve en términos de congestión sistémica y parámetros vinculados a la calidad de vida a un año de seguimiento.

Se realizó con este propósito un análisis conjunto de las cohortes de los estudios TRICUS y TRICUS EURO, estudios prospectivos abiertos no-aleatorizados de única rama que analizaron el impacto clínico del CAVI mediante el sistema TricValve en pacientes con IC severa sintomática (NYHA III) bajo tratamiento médico farmacológico óptimo sin posibilidad de cirugía cardíaca por elevado riesgo quirúrgico. Para el presente subanálisis se analizó como objetivo primario al beneficio clínico en términos de cambios en la calidad de vida determinada mediante el cuestionario KCCQ-12 (identificando como un beneficio significativo a un incremento de KCCQ-12 en ≥ 15 puntos), mejora en la clase funcional según NYHA y el test de la marcha de 6 minutos (6MWT) a un año de seguimiento. Como objetivo secundario se analizó la ocurrencia de eventos clínicos adversos, cambios en las dimensiones del ventrículo derecho, una reducción de la congestión del sistema venoso y cambios en la función hepática y renal.

Se incluyeron para el análisis un total de 44 pacientes. La edad promedio de la población muestral fue de 76.2±7.5 años, con un 81% de sexo femenino. A un año desde el procedimiento índice, se observó una mejora clínica en el 95.5% de los pacientes incluidos (n=42), objetivada mediante un incremento de ≥ 15 puntos en KCCQ-12, NYHA I-II o un incremento de ≥ 40 metros en el 6MWT, respectivamente. A su vez, en términos de la ocurrencia de eventos clínicos adversos se observó un 6.8% de mortalidad al año (n=3, de las cuales solo 1 fue por causa cardiovascular), y una incidencia de hospitalización secundaria a insuficiencia cardíaca descompensada de 29.5%.

No se observaron eventos vinculados a la fractura de los stents implantados, trastornos de conducción eléctrica o trombosis valvular clínicamente relevante. A su vez, el reflujo venoso intrahepático fue abolido en el 63.8% de los casos analizados, lo cual se tradujo en una reducción de los síntomas de congestión, como también de los niveles de biomarcadores (NT-proBNP) y requerimiento de tratamiento con diuréticos.

Conclusiones:

En pacientes con insuficiencia tricuspídea severa sintomática, el reemplazo valvular tricuspídeo heterotópico bicaval mediante el sistema TricValve ha demostrado ser un procedimiento seguro y efectivo, vinculado a una mejoría clínica significativa a un año de seguimiento.

Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI

Título original: Bicaval TricValve Implantation in Patients With Severe Symptomatic Tricuspid Regurgitation: One-Year Follow-Up Outcomes
J Am Coll Cardiol Intv. Dec 06, 2023. Epublished DOI: 10.1016/j.jcin.2023.10.043