Diversos estudios han demostrado que los métodos de imagen endovascular, como el ultrasonido intravascular (IVUS) y la tomografía de coherencia óptica (OCT), se asocian con un beneficio clínico sustancial cuando se utilizan como herramientas para optimizar la revascularización mediante angioplastia transluminal coronaria (ATC). Sin embargo, cabe resaltar que estos son métodos invasivos con el riesgo inherente de eventos clínicos adversos.

En la actualidad, existen métodos no invasivos para el diagnóstico y caracterización de pacientes con enfermedad coronaria aterosclerótica (ECA), como la tomografía computada coronaria (CTC). Se ha demostrado, a través de estudios preclínicos, que la CTC presenta un buen poder de discriminación y caracterización de la composición de placas ateroscleróticas. No obstante, hasta la fecha no se ha investigado en profundidad el rol de la CTC para la caracterización de la composición de placas ateroscleróticas y dimensiones vasculares, en comparación con los métodos de imagen endovascular.

El objetivo del presente estudio, realizado por Anantharaman Ramasamy y colaboradores del St. Bartholomew’s Hospital (Reino Unido), fue analizar la eficacia de la CTC para la determinación y caracterización de las placas ateroscleróticas en pacientes con ECA sometidos a revascularización mediante ATC, y su comparación con los métodos de imagen endovascular.

Para ello, se llevó a cabo un estudio observacional prospectivo que incluyó pacientes con ECA en el contexto clínico de un síndrome coronario crónico. Estos pacientes fueron evaluados mediante CTC y ultrasonido intravascular vinculado a espectroscopia infrarroja (NIRS-IVUS). El objetivo primario fue analizar la eficacia de ambos métodos en la caracterización de la ECA, así como la capacidad de la CTC para detectar placas ateroscleróticas ricas en lípidos, utilizando al NIRS-IVUS como estándar de referencia. Además, se realizaron estimaciones del área luminal y características de la pared vascular de las placas ateroscleróticas identificadas.

Se incluyó en el análisis un total de 70 pacientes (186 vasos analizados). Al contrastar el poder de discriminación de ambos métodos diagnósticos, la CTC presentó un débil poder de discriminación para identificar placas ateroscleróticas ricas en lípidos mediante atenuación, en relación con el NIRS-IVUS (precisión del 58%; área bajo la curva ROC [AUC] 0.585; p=0.029).

En comparación con el NIRS-IVUS, la CTC subestimó el volumen del lumen vascular (309.2 mm³ vs. 420.4 mm³; p=0.001) y las dimensiones de las placas ateroscleróticas, como el volumen total de ateroma (116.1 mm³ vs. 292.8 mm³; p<0.001) y el volumen porcentual de ateroma (27.67% vs. 41.06%; p<0.001). Por el contrario, la CTC sobreestimó el componente lipídico de las placas (carga del núcleo lipídico indexado: 48.6 vs. 33.8; p=0.007). Asimismo, en 86 lesiones vasculares consideradas para la revascularización mediante ATC, la CTC subestimó el área vascular de referencia (8.16 mm² vs. 12.30 mm²; p<0.001) y sobrestimó la longitud total de la lesión a tratar (23.5 mm vs. 19.0 mm; p=0.029) en relación con el NIRS-IVUS.

 

Conclusiones
En pacientes con enfermedad coronaria aterosclerótica, la tomografía computada coronaria mostró una eficacia limitada para la caracterización de las placas ateroscleróticas y la determinación de las dimensiones vasculares. Esto podría tener implicancias sustanciales al momento de planificar la revascularización mediante angioplastia coronaria.

 

Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI

 

Título original: Computed tomography versus near-infrared spectroscopy for the assessment of coronary atherosclerosis.

Cita: Ramasamy A, et al. EuroIntervention 2024 Dec 2;20(23):e1465-e1475.

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