En pacientes portadores de enfermedad coronaria ateroesclerótica, la presencia de una oclusión total crónica (CTO, definida como la oclusión del flujo coronario anterógrado por un periodo mayor a 3 meses) incrementa sustancialmente la complejidad anatómica, presentando una prevalencia estimadas del 15-20% de todos los pacientes sometidos a revascularización mediante angioplastia transluminal coronaria (ATC) e incrementándose hasta un 40% en pacientes portadores de insuficiencia cardíaca o diabetes mellitus, respectivamente.

En pacientes sometidos a una revascularización percutánea de una CTO mediante ATC, el abordaje anterógrado (entendiéndose como al avance de la cuerda coronaria desde proximal a distal con el objetivo de cruzar la oclusión) es el abordaje convencional; sin embargo, en casos con anatomías complejas, el abordaje retrógrado (abordaje del vaso ocluido de distal a proximal mediante la utilización de vasos colaterales y avanzando la cuerda coronaria en contra del flujo coronario) ha incrementado el éxito del procedimiento. Vale resaltar que, a pesar de su eficacia, el abordaje retrógrado de una CTO se asocia a un incremento de complicaciones periprocedimiento.

El objetivo del presente estudio realizado por Aman Goyal y colaboradores del Seth GS Medical College and KEM Hospital (India) fue comparar la eficacia y seguridad de las diferentes estrategias de abordaje terapéutico percutáneo (anterógrado vs. retrógrado) en la ATC de una CTO.

Se realizó con este propósito una revisión sistemática y meta-análisis de la literatura, incluyendo estudios clínicos pertenecientes a las bases de datos Pubmed, Embase, Google Scholar y Scopus que hayan contrastado la seguridad y el beneficio de la revascularización percutánea de una CTO mediante un abordaje anterógrado o retrógrado, respectivamente. Se analizaron los datos obtenidos mediante un modelo de Random-effect, determinando los riesgos relativos (RR) de los eventos clínicos de interés con sus respectivos intervalos de confianza de 95%.

Se incluyeron para el análisis un total de 22 estudios clínicos (n=49152 pacientes con CTO). Del total de la población muestral, 35844 fue abordado mediante un acceso anterógrado, mientras que 13308 fue tratado mediante un abordaje retrógrado, respectivamente. Así, y en términos de los eventos clínicos en el seguimiento, se observó que el abordaje anterógrado presentó un descenso estadísticamente significativo de la mortalidad intrahospitalaria (RR 0.45; p<0.001), infarto agudo de miocardio (RR: 0.37; p<0.001), eventos cardiovasculares adversos mayores (RR: 0.34; p<0.001) y eventos adversos cerebrovasculares (RR: 0.50; p=0.011), en relación al abordaje retrógrado.

Por contra parte, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en términos de eventos clínicos adversos alejados, como la mortalidad por todas las causas (RR: 0.71; p=0.157) y la ocurrencia de IAM (RR: 0.76; p=0.438), entre ambas estrategias de abordaje terapéutico (anterógrado vs. retrógrado).

 

Conclusiones

En pacientes sometidos a una angioplastia transluminal coronaria de una oclusión total crónica, el abordaje anterógrado se asocia a un beneficio clínico en el corto a mediano plazo, en relación al abordaje retrógrado, mientras que no se observaron diferencias estadísticamente significativas en el seguimiento alejado.

Dr. Cristian M. Garmendia
Miembro del Comité Editor CACI

 

Título original: Short- and long-term outcomes of antegrade versus retrograde approaches in patients undergoing percutaneous coronary intervention for chronic total occlusion: A meta-analysis.

Cita: Goyal A, et al. IJC 2024. DOI: 10.1016/j.ijcard.2024.132590.

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