Las imágenes intravasculares se han convertido en un complemento clave que impacta en la toma de decisiones y mejora los resultados de la intervención coronaria percutánea (ICP) en comparación al enfoque de ICP tradicional (basada solo en angiografía). Sin embargo, el uso rutinario de estos métodos en la práctica clínica continúa siendo bajo y se relaciona con nociones preconcebidas de que las imágenes intravasculares pueden prolongar significativamente los tiempos del procedimiento y aumentar el uso de contraste o la dosis de radiación.

Se trata de un estudio multicéntrico, prospectivo, diseñado para investigar si implementar un flujo de trabajo estandarizado de tomografía por coherencia óptica (OCT) afecta las medidas de seguridad y la eficiencia de la ICP en comparación con ICP guiada solo por angiografía. Se incluyeron pacientes entre enero de 2019 y marzo de 2021 en 17 centros de Estados Unidos con 45 cardiólogos intervencionistas de diversa experiencia en imágenes de OCT. El flujo de trabajo prescribe un algoritmo estandarizado que incluye OCT en 2 pasos complementarios:

1. Planificación pre-ICP (para evaluar morfología de la placa, longitud de la lesión y referencia del diámetro del vaso).
2. Optimización post-ICP (para evaluar disección medial, infraexpansión y mala aposición del stent).

Puntos finales primarios: Las medidas de seguridad se evaluaron según el volumen de contraste (cc), exposición a la radiación (mGy) y tiempo de fluoroscopía (en minutos). La eficiencia del procedimiento se evaluó por la duración del procedimiento (en minutos) y la utilización de dispositivos, cuantificada como el número de stents, balones y alambres guía utilizados por procedimiento.

Si bien el tiempo de fluoroscopía fue similar en ambos grupos, en el grupo ICP guiada por OCT se requirieron menos vistas de angiografía diagnóstica, lo que se traduce a una reducción de la exposición total a la radiación cuando se utilizó OCT en comparación con ICP guiada por angiografía sola, sin diferencias significativas en cuanto al volumen de contraste utilizado. En cuanto a la eficiencia, la ICP guiada por OCT aumentó la mediana del tiempo del procedimiento en 9 minutos, pero redujo el tiempo de preparación del vaso y dio lugar a menos tratamientos adicionales no planificados. En el grupo ICP guiado por OCT se utilizó una cantidad significativamente menor de balones y stents (p=0,0478) requeridos por procedimiento en comparación a ICP guiada por angiografía sola, con un aumento sustancial en el uso de balones no complacientes. En cuanto a las decisiones terapéuticas, después de implantar el stent, se observó un aumento significativo en la postdilatación en el grupo ICP guiada por OCT.

Conclusiones:

La incorporación de un flujo de trabajo estandarizado de imágenes de OCT pre y post-ICP, mejora las medidas de eficiencia y seguridad de la intervención en comparación a ICP guiada por angiografía sola, con una reducción del tiempo de exposición a la radiación y sin diferencias significativas en cuanto a volumen de contraste utilizado, a expensas de un tiempo de procedimiento moderadamente más largo.

Dra. Giuliana A. Supicciatti
Miembro del Comité Editor CACI

Título original: Safety and efficiency of percutaneous coronary intervention using a standardised optical coherence tomography workflow
EuroIntervention. 2022 Nov – DOI: 10.4244/EIJ-D-22-00512