Los catéteres utilizados se posicionan específicamente en el segmento abdominal de la aorta, donde se realiza la inyección de contraste para poder capturar las imágenes necesarias.

Suele realizarse este estudio en patologías que comprometen la irrigación de vísceras abdominales, como también patologías que comprometen la irrigación de los miembros inferiores, dilataciones o lesiones de la pared de la aorta en ese segmento.

Normalmente los pacientes no refieren dolor o grandes molestias, más allá de las generadas por la administración de la anestesia local en la zona de punción (se siente un pequeño pinchazo y luego un ardor que desaparece rápidamente), ya que los catéteres no producen ninguna sensación dentro del cuerpo. Puede eventualmente percibirse un leve calor o entumecimiento en el cuerpo que dura escasos segundos mientras se realiza la inyección del contraste.

Una vez finalizado el estudio, deberá guardar algunas horas de reposo. En general los cuidados pre y post estudio suelen ser los mismos que para la realización de una coronariografía convencional.

Si Ud. debe realizarse un aortograma torácico o abdominal, es importante que hable con su cardiólogo/a intervencionista previamente para poder evacuar todas las dudas que tenga al respecto y se le expliquen los beneficios, riesgos y eventuales complicaciones del mismo.